Estas muletas representa una auténtica innovación al ser su estructura, compuesta en su totalidad por piezas de termoplástico, única en el mercado, permitiendo al usuario usarla en condiciones donde una muleta normal acabaría inservible, como podría ser la ducha, la piscina o la playa.

Además, puede utilizarse para pasar por los arcos de un aeropuerto, durante sesiones de rayos X o para cualquier tipo de escáner o resonancia, dado que no cuenta con ninguna pieza metálica.

Cualquier usuario asiduo de bastones o muletas regulables conoce el molesto ruido metálico que cualquiera de ellas genera. Las muletas euroCrutch no producen este ruido metálico y, aun así, siguen pudiendo ser reguladas en 11 posiciones, yendo desde una altura total de algo más de 95 cm hasta casi 120.

Estas muletas inoxidables están formadas por 6 piezas de sencillo ensamblaje, sin necesidad de utilizar ninguna herramienta para ello. A la hora de regular las euroCrutch, simplemente habrá que quitar el clip (la pieza negra larga que fija la altura), colocar las dos piezas de la muleta formando la altura deseada y volver a colocarlo.